Un par de vueltas, no más, para encontrar el punto perfecto…y aquí estoy de nuevo. Mi anterior etapa no me dejaba mucho tiempo, no lo tengo tampoco ahora (¡me va la marcha!), la diferencia es que he recuperado ‘mi vida’, la disfrutona, la de gozar de cada momento, de poder volver a casa, de cada comida y cada copa de vino que la acompaña, de los míos…mi #cadadiaesunregalo vuelve a cobrar todo su sentido.

Y en esa vuelta me topé con otra ‘vuelta a las raíces, la de Silvia y Rafa y su Balarés. ¡Cómo me alegré cuando descubrí su nuevo proyecto! ¡Cómo lo disfruté cuando lo conocí!

Si aún no habéis ido, ya estáis tardando en ir a conocer el Hotel Balarés y su cocina, la de siempre, la que conocimos en A Mundiña, pero en un entorno mágico, ay el entorno, nuestra querida Costa da Morte, nuestro mar de telón de fondo.

Fue un sábado para cenar. Rafa nos enseñó con satisfacción su obra, su hogar y su cocina, dónde resplandece Silvia. Y nos contaba la historia de su abuelo, de su padre, y las ganas de volver a casa, a la paz que nos da nuestro lugar, nuestras raíces.

Con exquisito gusto, acogedor, quieres quedarte allí después de cenar, incluso pasarte unos días para dejarte llevar por la calma que transmite el lugar. ¿Qué afortunados somos los que tenemos a mano esa sensación!

Y llegaron los manjares, el gran producto de nuestro mar y de nuestra tierra pasado por las manos y los fogones de Silvia, ¡Qué delicia! ¡Qué placer!

Un buen plato de navajas y calamares con rebozuelos y huevo de entrantes para saborear el ‘Maldito’.

Y de plato principa, un gran San Martiño, uno de los pescados más ricos que tenemos en Galicia, y el de esa costa aún más rico (puede sonar a poco objetivo, la manera de comprobarlo es ir a probarlo). Los tres comensales coincidimos, ¡qué sabor! Por supuesto, la guarnición, de la huerta de casa.

Y de postre, siento no haberle dado opciones a la carta, pero en mente llevabamos ya la torrija de Silvia, la que tantas veces comimos en A Mundiña y no nos cansábamos. Y he de reconocer que yo no soy de dulce. Nos contó Rafa que barajaron la posibilidad de no ponerla en la carta, afortunadamente lo pensaron mejor.

Y todo esto, en la mejor compañía, celebrando la vida, como nos gusta.

#cadadiaesunregalo #tasteatenjoy