Un viernes cualquiera es perfecto para acercarse al fin de la tierra. En este caso había una excusa, por ponerle un titulo a la escapada, aunque no era necesario.
El sol nos acompañó hasta que lo despedimos desde el impresionante enclave del que goza O Semáforo de Fisterra.


Después de un delicioso cava el apetito se abre…
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