Me reconozco ‘mas de Rioja’ pero como soy fácil de tener y no le pongo peros a casi nada, vamos que me dejo llevar con facilidad así, fácilmente y sin querer me he dejado seducir por los manjares que brotan a la Ribera del Duero.
La excusa era escapar de Madrid después de haber ido hasta allí a propósito…’monicadas’… Desde que he abandonado el fútbol se me olvidan fechas como la final de la Copa del Rey, así que escapando del ambiente copero y ya mirando hacia casa elegimos hacer noche en el maravilloso y súper recomendable Hotel Arzuaga.
Elegimos el pack romántico, aunque a mí esas ‘cosas con nombre de pack’ poco me gustan, hay que reconocer que la oferta era estupenda.
Llegada el sábado y directos a la Bodega Arzuaga Navarro.
Nos dan a probar La Planta, su vino más comercial y que conozco y consumo desde que apareció en el mercado, así que éxito asegurado.
A continuación, dos horitas de spa. Magnifico, por cierto, elegante, tranquilo, completo…Y lo siento Miky, pero como probablemente no leas este post no verás esta foto. No puedo resistirme a ponerla porque me parece que estás tan guapo e interesante… 😍😍
Como colofón al sábado, la cena: Perfeta! En cantidad y en calidad, y gran descubrimientos el Arzuaga Crianza!!!
Y de camino a nuestros aposentos…un poquito de diversión…como niños!!!
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Al día siguiente, tras un estupendo desayuno del que sin duda destacamos el jamón con el que completamos el pan con tomate, nos despedimos del Hotel y de Quintanilla de Onésimo rumbo a casa…eso sí, con un ligero desvío…
De camino nos encontramos con este maravilloso lugar al que queremos ir!!!
Para la próxima…el desvío nos llevó a Tudela de Duero para comprar los mejores espárragos que ha tomado Ferrán Adriá en su vida!
Disfrutando del Duero…
Y llegada a Fermoselle para comer!!
Despedida del Duero por todo lo alto…
Hasta la próxima escapada!
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