Qué manera de comer!
Días de desconexión de mente, que no de estómago. Aprovechando el puente del 15 de agosto y después de resolver unos asuntillos, me he venido a disfrutar de la paz de San Clemente. No hay sitio mejor para relajarse y disfrutar de la vida tranquila, rodeada de naturaleza y buenos alimentos, que cocinados en el horno de leña ganan en sabor.
Por ejemplo, las increíbles navajas de Laxe que nos trajo Juan para cenar el viernes:

Tres quilos que nos han dado para dos bandejas en el horno y aún han sobrado para el arroz con bogavante del día siguiente:

Sencillamente ESPECTACULAR, la comida, la compañía, la paz de San Clemente!
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