De nuevo a la carga y con muchas ganas de llenar la portada de taste, eat & enjoy de apetecibles imágenes. Ha habido muchas durante estos dos últimos meses, pero he intentado desconectar lo máximo posible y por eso no las he compartido. Una vez recuperadas las ansias de contar y mostrar haré un breve resumen de las paparotas de julio y agosto.
Con pulpo, milhojas de calabacín y pescado en una deliciosa salsa verde abríamos el mes de julio cerquita de casa.
Le debo un post para el solito. Comei i Bebei, antiguamente llamado Comei, bebei i pagai. Me cuenta Miky que allí su abuelo los llevaba a comer el pulpo más rico que jamás hubiesen probado. Hoy, Antonio y Manuel Calvo Lameiro siguen con la tradición familiar y adaptándose a los tiempos, sobre todo en la decoración exterior, magnífica terraza de verano!
Por supuesto también las hubo en casa, carnívoras y bien regadas.
Después de un compromiso en Cangas, decidimos regresar a casa para visitar a mis amigos y vecinos de San Clemente Raquel y Nacho. Otro post para Casa de Comidas Puerta Real en deuda, aunque sólo sea por el descubrimiento de la sal negra.
Qué sabor le daba al magnífico chuletón. La imagen de la derecha es rabo de toro, exquisíto! La cena fue copiosa, pero grandiosa. Gracias chicos!
Muy romántica y emotiva resultó la anhelada visita a Lorbé. Coincidiendo con el día del Carmen, que mejor lugar que para brindar por los marineros y por las Cármenes, claro!
Menú innegociable: berberechos y mejillones…y un descubrimiento Moza Fresca.
Bodas, fiestas inolvidables, reencuentros…
Se ha hecho lo que se ha podido…
En Mamá Chicó me cuidaron los días en los que hubo que trabajar…
Qué decir de los memorables jueves del Comarea con Nini y la banda…
Para acabar el mes de agosto con la misma imagen de mi último post, la imagen más deseada del verano: el asado de la fiesta de Nantón.
Y una imagen parecida, mismos protagonistas, pero dos meses después nuestro ‘angelito’ ya está más grande.
Ha habido mucho más, me hubiese gustado compartir cada plato, cada vino, cada instante…reconozco que la pereza me ha podido. Una vez sacudida, lo dicho, volvemos a la carga y aunque parezca mentira, con mucha hambre!!
¡Qué bello es vivir!










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